Con más de 25 años inmerso en el mundo de la protección patrimonial de personas y negocios, he aprendido desde temprana edad la trascendencia de contar con un seguro de salud sólido y, si es viable, con cobertura internacional. Mi experiencia personal ha sido un testimonio vivo de la importancia de estas pólizas.
Desde muy joven, mi familia ha enfrentado diversos desafíos de salud. Mi padre fue diagnosticado con cáncer cuando yo tenía apenas un año de edad. A pesar de la adversidad, luchó durante 17 años más, recibiendo tratamiento en algunas de las mejores clínicas de Nueva York y Chicago sin comprometer nuestro patrimonio. Su partida nos dejó recursos para seguir adelante con nuestros estudios universitarios.
La historia de mi tío, quien sufrió una hepatitis B fulminante a los 53 años, refuerza la necesidad de contar con un seguro de salud internacional. Gracias a su cobertura, pudo recibir un trasplante de hígado en Boston, donde la atención médica salvó su vida.
La enfermedad de mi hijo mayor, diagnosticada a los 3 años y considerada rara en Venezuela, nos llevó a buscar tratamiento en el extranjero. Gracias a nuestra póliza internacional, recibió atención en Boston durante dos años y luego fue seguido por excelentes médicos en nuestro país. Hoy en día, es un hombre casado y padre de familia, todo gracias a la atención médica de calidad a la que tuvo acceso.
Mi experiencia me ha convencido plenamente de la importancia de los seguros de salud internacionales. Aunque pueden parecer costosos inicialmente, garantizan tranquilidad y acceso a la mejor atención médica del mundo. No esperes a enfrentar situaciones extremas como las nuestras para actuar. Sé proactivo y protege a tu familia.
Recuerda, para adquirir un seguro de salud, solo necesitas estar sano. No te arriesgues y toma medidas preventivas desde ahora.
